La psicología del color hace referencia al significado de cada color. Es importante saber qué representa cada uno para que podamos comunicar y cumplir con nuestros objetivos. Por ejemplo, el color azul se identifica con tranquilidad, estabilidad o frío; el verde está asociado con la naturaleza pero también con elementos tóxicos; conceptos como el amor o la violencia se transmiten con tonos rojos; el naranja podemos encontrarlo en escenarios calurosos o alegres; con el amarillo podemos representar sentimientos como los celos o situaciones divertidas; y con el morado, trasladamos al espectador a un mundo de fantasía, realeza o poder.
Teniendo en cuenta lo anterior, pasamos a la creación de los acordes de color. Estos funcionan a través de un color base, con un acorde concreto, a partir del cual se crea una paleta de colores. Estos son seleccionados para representar de forma correcta la idea que queremos transmitir. De esta manera, se forman los acordes cromáticos. Por ejemplo, no es lo mismo si hacemos una paleta de colores con base verde donde tengamos negros y grises, que si son blancos o azules. Depende, efectivamente, de las emociones o sensaciones que queramos provocar en el espectador.
Es a partir de este momento donde adquiere importancia la fase de color grading. Es la parte más creativa de la postproducción, en la que creamos la estética final del clip. Es la oportunidad que tenemos de conseguir el impacto adecuado en el público.
En JLMProvisual somos expertos en color grading y podemos ayudarte a plasmar tus ideas en video de la mejor manera. Así que dinos ¿qué historia quieres contar?
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